Descansa en paz

Hoy es un día muy triste, el Papico nos ha dejado a los 98 años, cansado y sin ganas de luchar para seguir con nosotros en esta vida.

Todos pensábamos que este día llegaría, pero nunca se está preparado para afrontar esta dura realidad. Nos queda su recuerdo de persona jovial, siempre alegre, su sentido del humor, haciéndonos reír a los más chicos y a los más grandes, persona querida por su familia, amigo de sus amigos, ese era Paco el rubio,como lo llamaban en su querido y amado pueblo Pechina.

Dejas un gran vacío, el cortijo sin ti, cuesta hacerse a la idea, tu huella quedará grabada para siempre en la mente de tus hijos, nietos y biznietos. Para unos quedarás como el papá, para otros el abuelo y para los más pequeños Papico.

Seguro que te sentirías orgulloso de ver el cariño tan grande que todos te tenemos, que es lo que has sembrado durante toda tu vida.

Hasta siempre abuelo.

Juan García Cazorla

1 comentario:

Unknown dijo...

HOMENAJE A PACO CÓRDOBA


Quisiera con estas palabras, rendir un homenaje a un hombre bueno y valiente como lo fue Paco Córdoba. Su paso por la vida dejó una huella imborrable para quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Honesto y fiel a sus principios, así era Paco. Sus ojos entornados, sabios, y su eterna sonrisa, nos acompañará entre nuestros mejores recuerdos.

Una de sus mayores aficiones era escribir poesía, siempre tenía una guardada para cada cual, para cada momento. Su excepcional cualidad como escritor, contaba con el agravante de que apenas había pisado la escuela, un mérito todavía mayor. Pero Paco era feliz, ya solo le quedaba eso, la escritura. Los tiempos en que se perdía por la sierra con sus perros de caza, sus ratos cultivando hortalizas y cuidando naranjos, pasaron.
Echando siempre de menos a su esposa, el gran amor de su vida, vivió sus últimos años, con la gran suerte, de que siempre estuvo rodeado de su familia, en su propia casa. Desgraciadamente tuvo que sufrir grandes pérdidas entre los suyos, su nieta Loli, sus dos hijos, y su yerno recientemente. La vida continuó y la de Paco también, hasta el fin.

Recuerdo la amistad que tenía con mi padre. Los dos se sentaban rememorando siempre con humor viejas historias que a mí me encantaba escuchar. Siempre salía el relato de la maratón de Pechina a Viator y vuelta, del que Paco fue ganador. Mi padre lo contaba siempre con admiración.

Su paso por la guerra civil española, le hizo conocer el lado salvaje del ser humano, la capacidad de aniquilar a vecinos o extraños sin piedad, por el ansia de poder y dominio. Paco era extremadamente sensible y humano y aunque tuvo que luchar en el frente, lo hizo por la libertad, la igualdad y la fraternidad. Prueba de ello, sus escritos, en los que clamaba un NO rotundo a las guerras, ya fueran en España o mundiales.
Me siento afortunada por aquel manuscrito que me regaló de sus vivencias y sufrimientos.

Estoy segura de que todo el mundo que lo conoció, guarda un grato recuerdo de él. Al menos a mí me inspiraba ternura y siempre, siempre, me arrancaba una sonrisa. Con esa mirada suya, que a veces parecía lejana, pensativa, volvía de pronto y te contaba alguna anécdota graciosa.

Paco, debes estar ya donde van a parar las almas buenas. Aquí nos has dejado tu legado de sabiduría , pero te echaremos de menos todo lo que le quede a nuestras vidas. Descansa eternamente en paz.

Tu amiga, Mari Carmen Martínez.

2 de Marzo de 2018